domingo, 12 de febrero de 2012

¿EXISTE ALGUN SECRETO DE LA FELICIDAD?

Un mundo feliz al cuidado de si

Abstract: Foucault nos deja ver dos hechos. Primero, estamos sujetos a producir los saberes y las verdades desde el poder que la exige, que la necesita para funcionar, mas esta situación no necesariamente es prioridad, podemos tomar cierta distancia de los modelos de domesticación. Segundo, Foucault no toma a los griegos o romanos como una ordenanza, tampoco nos dice cuál es el camino específico a seguir, sino que deja la interrogación lanzada pues cada uno en el cuidado de sí deberá hacer su propio camino. La pregunta es: ¿existe la verdadera felicidad?

Por JOHN FREDDY BELTRAN RODRIGUEZ


“La búsqueda de la felicidad es personal y no un modelo que podamos dar a los demás.” Paulo Coelho

Hipótesis:
¿Qué es la felicidad? Según el diccionario de la real academia española la palabra felicidad es:
(Del lat. felicĭtas, -ātis).
1. f. Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien.
2. f. Satisfacción, gusto, contento. Las felicidades del mundo
3. f. Suerte feliz. Viajar con felicidad
Muchas personas buscan dicha felicidad y todo el mundo quiere ser feliz y busca la felicidad en muchas partes: en los vicios, en los deleites de su carne, en lugares o personas que le rodean; además de esto cada cual tiene una definición muy particular de lo que es la felicidad, para algunos ser feliz es tener dinero, tener riquezas, ser famoso, tener estabilidad emocional, incluso para el mismo diccionario donde se define como estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien, creo que esa palabra lleva un secreto muy grande guardado consigo.
Michel Foucault relata en su escrito “el cuidado de si” acerca de la importancia del cuidado personal, del cuidado del cuerpo, y menciona como en la Grecia antigua se daba bastante importancia a lo estético, podemos exponer entonces que en los griegos el cuidado de la estética corporal era importante, pero no operaba motivada por un individualismo, no bajo criterios económicos, o como una cosa que se puede modificar porque sí, porque así lo hacen todos. En Grecia había un arte de la existencia, una preocupación valorativa, ética-humanista, y de ahí que surgieran las técnicas de sí.

Tanto Sócrates como Platón recomendaban ejercitar el cuerpo mediante la gimnasia, pero no sólo por sus beneficios corporales, sino que también porque trae ganancias en el pensamiento. Ahora bien como lo menciona el mismo Foucault: “En el lento desarrollo del arte de vivir bajo el signo de la inquietud de sí, los dos primeros siglos de la época imperial pueden considerarse como la cúspide de una curva: una especie de edad de oro en el cultivo de sí, quedando entendido, por supuesto, que este fenómeno incumbe sólo a los grupos sociales, muy limitados en número, que eran portadores de cultura y para quienes una techné tou biou podía tener un sentido y una realidad”

La anterior cita me reporta a uno de nuestros otros autores quien es Aldous Huxley, y su libro “Un Mundo Feliz” en ese libro se describe un mundo gobernado por solo unos pocos, en el que los grandes avances de la tecnología y las drogas de diseño, se convierten en el principal medio para conseguir alcanzar la felicidad. Las personas que viven en ese “mundo feliz” no nacen, sino que son creados en serie como simples maquinas, pero por alguna razón no todas tiene como resultado las mismas cualidades, así es que se clasifican luego por categorías de acuerdo a sus habilidades mentales y físicas desde los Alfa quienes son los mas avanzados y que poseen mayores cualidades a los Epsilones que son los que hacen las labores de menor responsabilidad por no poseer las habilidades necesarias para tener mayor responsabilidad; los Alfa eran las personas que poseían mayor inteligencia, mejor aspecto físico, y precisamente por tener mas habilidades, eran los que tenían a su cargo las labores de dirección y las tareas mas complejas y de desarrollo mental, luego estaban los Betas, estos también cuentan con una inteligencia avanzada, pero menos que la de los Alfas. Su trabajo consiste en hacer tareas complicadas, pero que no requieren tanta agudeza como las de los Alfas. Los siguientes en la escala son los Gammas. Estos no son muy inteligentes, y su misión es normalmente trabajar en fábricas, hospitales, etc. En cuarto lugar se encuentran los Deltas, individuos de escasa inteligencia que trabajan en fábricas y apenas se interesan por ningún asunto .En ultimo lugar se encuentran los Epsilones, humanos con inteligencia casi animal y sin capacidad alguna de raciocinio que realizan las tareas más sencillas en la comunidad: servir a las demás castas, subir y bajar ascensores, etc. Todos ellos eran enseñados por medio de una hipnopedia (enseñanzas por medio de la hipnosis) les inculcaban las lecciones elementales de moralidad, sexualidad, etc. Cuando crecían un poco más, podían tomar soma, una droga que curaba sentimientos negativos y que les proporcionaba unas felices vacaciones de la realidad.

Todas las personas que vivían en ese mundo eran felices, pero esa felicidad estaba claramente manipulada. La sociedad estaba muy unida y todo el mundo era de todo el mundo. La esperanza de vida no era muy larga (de unos 60 años), pero la gente era feliz. Y así pasaba la vida con cada uno de ellos hasta que alguno quiso ser libre y no tener esa manipulación para el y salió y conoció a alguien a quien quería y se fueron a una reserva lejos de la tecnópolis donde conocieron a un salvaje a la madre de este, que era alguien q alguna vez también había hecho parte de esa comunidad tecnificada.
El caso es que estas personas se hartaron de esa falsa felicidad en que la gente estaba engañada, y por querer hacer entrar en razón a los demás los castigaron y fueron expulsados de aquella tecnópolis y uno de ellos termina suicidándose al no aguantar la presión social de quienes le rodeaban.

Y acá sale nuevamente nuestra pregunta inicial: ¿existe la verdadera felicidad, esa que no depende de la clase social, de las habilidades, de lo que se posee, incluso que ni siquiera dependa de lo estético y físico?

Podría terminar y dar como conclusión la frase escrita arriba en el epígrafe:

“La búsqueda de la felicidad es personal y no un modelo que podamos dar a los demás.” Paulo Coelho

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