domingo, 12 de febrero de 2012

LA IMAGEN DEL ARTE

Abstract: En el presente escrito se pretende hacer referencia a la imagen del artista; desde la perspectiva artística y desde la perspectiva que podría tener el no artista, para esto, me articulare en algunos momentos con lo documento de Philiphe Mirreu “Frankenstein educador”.

Por DIEGO ARMANDO ARIAS CAIPA
En nuestra sociedad se encuentran inmersas diversas visiones de la profesión artística mediadas siempre por la subjetividad, así, el artista se entiende y se proyecta de una forma, mientras las personas del común lo perciben de otra muy diferente, mediada en gran parte por el mercado internacional, colocando a unos “Pseudo-artistas” en el lugar de los artistas legítimos. Pero, ¿que criterio hay para hacer esta afirmación tan arriesgada?, es sencillo, como sabemos se ha documentado una y otra vez la actividad creativa o interpretativa, tanto de músicos, escénicos, plásticos o cualquier otra área del arte, llegando siempre al punto de que la actividad artística es un hecho maravilloso, cualquiera sea su fin (crear o interpretar) que requiere del accionar fisiológico, afectivo e intelectual y que esta mediado por la sociedad; mientras lo que hoy para muchos es arte (y quisiera referirme específicamente a la música) es resultado de un estudio de mercadeo que tiene que ver mas con la medición de los impulsos que tiene una u otra pieza musical en el colectivo (mejor llamada masa) publico.
Teniendo en cuenta esos aspectos y articulando con la teoría de Philiphe Mirreu, de que ninguno de nosotros llegan a un status de adulto sin la intervención de otros adultos (en su libro hace una cita de Daniel Hameline); entendemos por esto que nosotros cual “monstruo Frankensteiniano” somos puestos en un mundo desconocido el cual “ya estaba aquí” (citando a Mirreu) al cual nos debemos adherir y acoplar con la intervención de los otros humanos; si tenemos en cuenta estos hechos pues sabremos que nuestra visión del arte esta fuertemente alterada por el medio que nos ha rodeado, parece obvio, pero a veces lo mas obvio se nos olvida; es allí donde la pregunta se debe hacer ¿acaso la labor del educador o del artista debe estar dirigida solo a las nuevas generaciones?, se debe considerar que no, que la educación debe estar dirigida a lo comunal, esto, con el fin de llevar el reconocimiento del arte y de l sociedad en la que vivimos.
Es claro que lo que en este documento se llamó: “Pseudo-arte” tiene una clara intensión de dominio y de distracción de la sociedad para que los que han conservado el poder por mucho tiempo, lo sigan conservando; pero no es para sorprendernos, desde mucho tiempo atrás esto ha venido sucediendo, el arte siempre ha sido herramienta política, pero hoy la situación es bastante adversa por que además del interés de dominación ahora hay un interés de destruir la legitimidad del arte y de la actividad artística, con el fin de dejarnos impuesto (como se nos han impuesto muchas cosas) un nuevo “Pseudo-arte” (para la muestra: personajes como Lady Gaga, quien lleva a cabo cada labor que le es encargada desde las salas de mercadeo, no es un secreto).
Dice MEIRIEU, Philippe: “En eso se diferencia el hombre (humano) del animal, nadie jamás ha visto una abeja demócrata…1”, todo hombre puede elegir sus valores, puede definir sus prioridades y tomar sus decisiones, en esto acierta mucho, pero también acierta cuando escribe: “Todo hombre llega al mundo totalmente despojado, y por eso ha de ser educado…2”, esto nos genera una paradoja, ambas afirmaciones son verídicas y reales; podemos escoger, pero también se nos debe educar para adherirnos al mundo, al mundo viciado por este nuevo “pseudo-arte”, parece un callejón sin salida, pero, como se ha dicho incansables veces, la pedagogía y el arte desempeñan un papel muy importante.
Educar para pensar o educar para repetir, en mas de una ocasión se ha debatido este punto y la respuesta es bastante clara, pensar y sentir es mas importante que comprar y vender, ahora, en nuestra labor pedagógica y además musical debemos invitar a pensar y revisar el arte mas allá del mercado, en este sentido no podemos negar a nuestros alumnos la existencia de dicho “Pseudo-arte” y obviamente no es nuestro derecho obligarlos a alejarse de el, como máximo podremos acercarlos a un legitimo arte, a un pensamiento de la función de dicho fenómeno en el mercado y las dinámicas de poder, por que este tema legítimamente esta y debe estar mediado por el gusto y la subjetividad. Educación comunal para generar la búsqueda de una nueva visión del arte que realmente exalte los sentidos, haga crítica y convoque y no que distraiga de la situación social mediante repeticiones (remakes) y canciones que son resultado de un estudio de mercadeo y no de una profunda actividad creativa.
Y el artista “real”, que crea e interpreta, ¿donde queda?, afortunadamente esta posición esta y debe estar mediada por la educación comunal, tal vez se haya dicho mucho esto pero es claro educación y arte no pueden estar separados, y las sociedades se construyen con educación.





1,2 MEIRIEU, Philippe. Frankenstein Educador, editorial Laertes

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